Ojalá

Sí. Este año me han pasado cosas que no han salido como quería y como esperaba, pero vaya si he aprendido de ellas.

Si algo positivo he sacado de todo es: “aprendizaje”. Aprendizaje forzoso y sobre la marcha.

He intentado adaptarme a cada situación lo mejor que he sabido y que he podido. Aun así, no dejo de escuchar esa voz interior que me dice que “bueno, está bien, pero no era lo que estaba hablado”.

Si algo me gustaría en la tercera parte de esta pesadilla es seguir aprendiendo (sufriendo menos) y perdonarme más la vida. Seguiré protegiendo las pequeñas cosas que me hacen feliz y me hacen sonreír.

Aunque ya sin expectativas a estas alturas, ojalá. Ojalá muchas cosas.

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