Nueva incorporación al jardín: la verónica vagabunda

La verónica beccabunga, vagabunda o acuática, es una preciosa y delicada flor silvestre que crece en lugares húmedos, especialmente donde corra el agua limpia. Es de un color azul intenso fácilmente reconocible. Tiene un sabor herbáceo mezcla de plantas aromáticas, matices de amargo lo complementa, ideal para preparar en ensalada.

Es relevante destacar su alto contenido en yodo, indispensable en el desarrollo, en el crecimiento y en la salud. Vale para embuchar, siempre después de los diez primeros días de vida, recordando lavarla muy bien.

Tiene propiedades diuréticas y depurativas. Sus hojas, comestibles, son ricas en vitamina C. Por ello, están indicadas como planta aperitiva, depurativa, y estimulante del sistema digestivo. Tiene taninos y principios amargos con propiedades tonificantes, digestivas y astringentes. La infusión se ha utilizado para diversas afecciones digestivas, como inapetencia, indigestión o digestiones pesadas.

Sus hojas y brotes tiernos son muy crujientes y se consumente en estado crudo, mezcladas con ensaladas y otras hortalizas frescas. También se pueden comer hervidas, como verdura. Dado su alto contenido en agua, está también indicada para combinar con zumos verdes.

La aucuvina, principio activo encontrado en las hojas de la verónica, parece tener un efecto protector del hígado.

Las propiedades del jugo de esta planta pueden ser aprovechadas para eliminar los microorganismos que producen las enfermedades del aparato respiratorio.

Se considera que consumir las hojas crudas es beneficioso para contrarrestar las impurezas de la sangre y el estreñimiento. Tradicionalmente, ha sido usada como planta diurética y depurativa, tal como constatan los textos del botánico inglés Nicholas Culpeper: “la verónica acuática y los berros se usan conjuntamente en las dietas de bebida con otras cosas que sirven para purgar la sangre y el cuerpo de todos los humores insanos que podrían destruir la salud. Provoca la orina y rompe las piedras, ayudando a que se pasen hacia abajo.”

Las mujeres podemos utilizar esta planta para aliviar el dolor menstrual, ya que la verónica es emenagoga y facilita el vaciado uterino.

Sus hojas frescas se pueden utilizar como vulnerario, ya que tienen propiedades astringentes y antisépticas, para desinfectar los cortes o heridas y facilitar su cicatrización. Para complementar su efecto se puede combinar su uso con aceite de rosa mosqueta y con hoja fresca de sábila o aloe. También se utilizar para tratar eczemas, picores, prurito, como emoliente para piel seca, dermatitis, acné, pústulas y en determinados productos de cosmética natural.

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